sábado, 1 de febrero de 2014

Pluralismo informativo

El pluralismo se manifiesta como la posibilidad concreta para todos los ciudadanos de escoger entre una diversidad de fuentes informativas. Se muestra como un concepto cambiante, que se adapta a los intereses político- económicos del momento en cuestión. En Italia, la historia del pluralismo informativo, deja al descubierto el complejo entramado de relaciones entre los poderes político, legislativo y mediático que tanto han influido en la evolución del medio televisivo.

El hecho de tener una pluralidad de voces, opiniones y perspectivas políticas diferentes se vuelve una necesidad absoluta. Pero cabe decir que, en este país, debido a la concentración en las estructuras de ámbito mediático y de los intereses políticos, el mercado a día de hoy, no cubre dicha necesidad de pluralismo, ni interno ni externo, y difícilmente lo hará mientras no cambie el sistema y las estructuras pertinentes.

La situación actual y el desarrollo del concepto de pluralismo informativo en Italia, han dejado al descubierto que los actos legislativos que han sido aprobados, han favorecido los intereses de las élites política e industrial, custodiando la libertad de expresión y la competencia entre empresas, en lugar de promover los derechos de los ciudadanos a ser informados en un contexto de pluralismo informativo.

jueves, 30 de enero de 2014

Legislación ante el pluralismo informativo

En el año 1990, la ley Mammì, también conocida como ley de Polaroid, fijaba un límite por el que un mismo operador no podía controlar más de tres canales nacionales (tres exactamente, es el número de canales gestionados por la RAI). Al igual, se imponía que ningún operador podía acceder a más del 20 por ciento del total de los recursos del sector de la comunicación de masas. Dicha ley introdujo una serie de notables cambios, aunque no se pronunció sobre las emisoras radiotelevisivas que disponían de una posición dominante, dado lo cual el duopolio RAI y Mediaset continuaba consolidándose. Finalmente, la ley Mammì fue declarada inconstitucional.

En 1993, la anti-lottizzazione, pretendía liberar a la RAI de su dependencia del sistema de los partidos políticos. La ley reducía el número de miembros del Consejo de Administración de la RAI de 16 a 5, y establecía que fueran nombrados por los presidentes de la Cámara y del Senado, en lugar de la Comisión Parlamentaria de Vigilancia de la RAI, en un intento de garantizar la independencia política de la emisora.

En el año 1997, la conocida como  ley Maccanico y propuesta por el gobierno de centroizquierda, sostenía que ningún operador podía acceder a más del 30 por ciento del total del total de los recursos del sector de la comunicación de masas, ampliando lo establecido por la ley Mammì. Esta ley, pretendía adoptar las medidas necesarias para eliminar o impedir la formación de posiciones dominantes o perjudiciales para el pluralismo.

En 2004, se aprueba la ley Gasparri, que sostenía que la garantía de libertad y de pluralismo de los medios de comunicación es un principio fundamental del sistema radiotelevisivo. Para que esto fuera posible, el sector televisivo debía adherirse fielmente a los principios de la libre competencia de mercado. Pero realmente, esta ley había sido concebida para proteger el imperio televisivo de Berlusconi y el duopolio existente, y desde luego, no para promover el pluralismo ni el derecho de los ciudadanos a ser informados dentro de un sistema caracterizado por una variedad de fuentes. Posteriormente, fue considerada ilegal.

Y por último, la ley Gentiloni, cuyo propósito habría sido reducir las posiciones dominantes de Mediaset y RAI, fijar nuevos umbrales antitrust y dirigir la base de transición a la televisión digital. Pero esta ley no llegó a ser aprobada. 



Duopolio RAI y Mediaset

Debido a la falta de pluralismo que salta a la vista en los medios televisivos italianos, lo primero que llama la atención ante este hecho es el carácter homogéneo de los contenidos televisivos. Esto último, se traduce a las parrillas de programación de las dos grandes emisoras por excelencia, RAI y Mediaset, que debido a su enorme competitividad, en vez de ofrecer alternativas, han acabado con la variedad de géneros y formatos.

La estrategia de la RAI contra los canales de Mediaset ha sido contraprogramar en lugar de ofrecer algo innovador o tratar de emitir una programación cualitativa. RAI 1, se limita a difundir la mayoría de su tiempo, noticias, talks shows, programas de entretenimiento, concursos y realities. Una programación sumamente similar a la de su eterna rival, Canale 5, perteneciente al grupo Mediaset.

Esta homogeneidad que caracteriza la programación de estas dos emisoras, supone un gran problema en un país en el que más de la mitad de sus habitantes se informa de manera exclusiva a través de la televisión, sin complementar dicha información por otros medios de comunicación. Esto mismo se agrava aún más, y deja entrever el estricto control político en el sector televisivo, durante las campañas electorales, debido a que es la única fuente de información que concentra más de un 70 por ciento de italianos que reciben dicha información sólo a través de este medio, siendo sólo un 6 por ciento los que acceden a contrastar ésta por medio de otras fuentes.








RAI: emisora pública de radio y televisión italiana.         Grupo Mediaset Italia: emisora privada de comunicación televisiva. 

Monopolio RAI

Italia es el único país europeo que ha realizado una liberalización parcial de su sistema televisivo. Desde los años 50, fecha en la que se constituye el monopolio televisivo, pasando por 1976, año de la liberalización del sistema televisivo, hasta 1990, año de la aprobación de la primera ley sobre las transmisiones radiotelevisivas, RAI sostuvo un monopolio de la emisión televisiva.

A partir de los años 70, se empezó a luchar por el fin del monopolio estatal. El Tribunal Constitucional se pronunció al respecto, sosteniendo que la única razón para legitimar el monopolio estatal sobre la emisión televisiva era el deber de garantizar el pluralismo cultural y político por parte de la emisora pública, dando independencia, objetividad y acogida a los grupos políticos, sociales y culturales.

El monopolio terminó con la irrupción de Mediaset. Cabe decir, que gracias estos primeros actos legislativos y a los que se fueron sucediendo con el transcurso de los años, la situación pluralista de la RAI ha cambiado ligeramente, aunque en la actualidad siga siendo insuficiente. Hoy en día, RAI 1 ha quedado en manos del partido principal de Gobierno, RAI 2 ha sido asignada al segundo partido más importante y RAI 3 es asignada a la oposición.

Lottizzazione

Hoy en día, el medio televisivo resulta uno de los instrumentos más potentes para lograr el consenso en cuanto a opinión política se refiere.

Con respecto al pluralismo que caracteriza a este país, hallamos la conocida práctica de lottizzazione. El pluralismo político se ha visto aumentado gracias a dicha práctica, debido a un sistema de cuotas que ha permitido a los representantes de los partidos más importantes participar en la gestión de la emisora. En un primer momento, supuso una mejora en el pluralismo externo, puesto que los distintos canales, RAI 1, RAI 2, y RAI 3, habían sido asignados a cada uno de los partidos políticos más importantes del país, pero además garantizaba un mayor pluralismo interno, ya que los puestos de mando de cada canal, también eran repartidos entre los representantes de los partidos políticos.

La RAI, lejos de considerarse como una emisora pública para difundir información y promover debates racionales entre los ciudadanos, resulta de un instrumento para estabilizar y mantener la hegemonía cultural y política de los distintos partidos, su información no es otra que una cultura de clientelismo político.

Es en los años 90, la llegada de Berlusconi al terreno político, acentúa la falta de pluralismo en la información televisiva.